miércoles, 30 de octubre de 2013

THINKERS / 1 / ROCÍO JIMÉNEZ

 
Desde pequeña se siente atraída por el ecosistema marino y todo lo que sucede en él. Si buceamos en el interior de Rocío Jiménez Ramos encontramos que sus pasiones, inquietudes y fascinaciones llevan consigo la idea del agua, el mar, el océano… Se trasladó a Cádiz donde se ha licenciado en Ciencias del Mar (2011) y Ciencias ambientales (2012). Posteriormente, realizó un máster en Oceanografía. Y ahora, trabaja día sí y día también en su tesis doctoral sobre la ecología de los ecosistemas formados por angiospermas marinas. Una bióloga marina que puede nadar perfectamente en distintos terrenos culturales, relacionando temas fascinantes, de manera singular. Hoy, Rocío Jímenez es la encargada de estrenar la sección “Thinkers”, trayéndonos una reflexión poética sobre el diseño de la vida.


La vida está en continuo movimiento. Gracias a esta realidad tan exacta la biología se convierte por un momento en el 8º arte, mezclando la pintura, escultura y arquitectura. Crea poesía para los ojos, danza para los sentidos y música para los cuerpos. Dirige la historia de la vida, sin rumbo conocido.
 
La forma y estructura de los cuerpos de la vida son moldeados hacia formas cada vez más perfectas, cada segundo en el tiempo, por un  escultor  sin adjetivos, pero temeroso, que jamás descansa: el continuo movimiento del fluido que nos rodea. Una de las mayores lecciones biológicas es saber que las fuerzas físicas afectan a todos los organismos por igual. Sin embargo, las consecuencias de estas leyes difieren dependiendo del hábitat en el que vivamos.  Aire, agua, viento, olas. Son pinceles de inspiración del movimiento, y hacen a la vida y a sus seres reos a su merced. 
 
Y el más poderoso y misterioso escultor, arquitecto de los cuerpos más extraños y sorprendentes jamás vistos. El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!  Para él hay reproches cariñosos de un  marinero en tierra que ahogaba horas de soledad mirando cómo rompen las olas en la orilla. Esa rompiente no sólo es arquitecta de recuerdos y sueños hermosos, sino que es pintora de costas, ingeniera de la biología y música del mar. Poeta sonora. El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! Las fuerzas físicas que él ejerce sobre los organismos que alberga son tremendamente poderosas para definirlo como escultor de la evolución.
 
Evolución, cambio, progreso, selección… todo está enteramente abrazado por el principio de vida. Y éste es regido por el fluido que roce su estructura.  Desde el principio, ese comienzo del que todos somos esbozo, de la gran masa azul que nunca para, que jamás descansa. El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario