miércoles, 24 de julio de 2013

INSTANT / 17 /



Composición propia
 
Hay veces en que te sientas a leer un libro y te adentras en una película, como si te sumergieras en una pantalla cinematográfica. Te dejas llevar palabra tras palabra disfrutando de cada página cuyas líneas esconden nuevos fotogramas. Imágenes y escenas llenas de detalles que casi te permiten ver, oír y oler la historia contada. Esa experiencia la vivimos con Junot Díaz, en su opera prima, Los Boys. A lo largo de los diez relatos que forman el libro, los personajes describen sus historias y experiencias en primera persona. La voz que adopta el autor a la hora de narrar las historias hace que el lector pase a formar parte de la historia, observe sus espacios, oiga a los protagonistas, sea consciente del tiempo, como si una pantalla lo estuviera emitiendo en directo. Una voz en off que cuenta una historia; una narración que invita a crear imágenes inventadas creando una película personal y única.

Los diez relatos de Los Boys están ambientados en barrios marginales, suburbios de la ciudad y guetos de la República Dominicana, Nueva Jersey, en concreto, lugares donde los diferentes personajes protagonistas, siempre masculinos, están marcados por la pobreza, los trapicheos, la droga, afectados por la relaciones sentimentales y que en ocasiones provienen de familias patriarcales desestructuradas. El conjunto de los diez relatos nos permite vivir fílmicamente distintas situaciones, aunque si nos preguntamos por qué este libro nos invita a crear una película imaginaria y otros no, podemos decir que la clave se encuentra en su manera de narrar en primera persona y la forma en cómo se describe. En la manera de explicar las historias, aparece la óptica del periodista, aquellos detalles minúsculos que son propios de las personas que cuentan historias de la realidad. Detalles descritos a la perfección que aportan información para comprender y situarnos en el contexto del relato, un armario sucio, una pared desconchada… Diez relatos leídos que nos invitan a imaginar diez películas distintas.

jueves, 18 de julio de 2013

INSTANT / 16 /



 
Las nuevas generaciones que están naciendo coetáneamente a la aparición de las nuevas tecnologías, probablemente llevan adheridas en su genética los nuevos lenguajes desarrollados en la era de Internet. Muchos de ellos visuales, como los emoticonos. En las últimas décadas ha abundado la comunicación mediante mensajería instantánea o mail, dejando de lado en muchas ocasiones la comunicación no verbal. Esto ha permitido comunicarnos a larga distancia sin necesidad de compartir un espacio y un tiempo, hecho que hasta el momento sólo lo permitían las cartas. No obstante, la no co–presencia entre los interlocutores hace que el lenguaje no verbal se pierda por completo, que no haya una sonrisa, un guiño o la ironía. Por ese motivo, se han ido incorporando elementos de la comunicación del cara a cara, ante la necesidad de humanizar la comunicación escrita a través de Internet. Este es el caso de los emoticonos, expresiones faciales formadas a través de la tipografía que representan diferentes estados emocionales. Unos símbolos que a día de hoy van evolucionando y ya son considerados un código universal.  

En relación con los emoticonos, encontramos interesante el trabajo de Jessica Lyew-Ayee, una diseñadora e ilustradora estadounidense que ha creado un proyecto llamado “emoticons”. Este trabajo está formado por un conjunto de tarjetas que substituyen la expresión de la cara por elementos gráficos que muestran el mismo sentimiento (que se encuentran plasmados en cada una de las tarjetas). Un proyecto en el que vemos como la tipografía ha contribuido a humanizar el lenguaje escrito.
Imágenes extraídas de Nice Fucking Graphics


Para los que quieran saber más:
 

domingo, 7 de julio de 2013

INSTANT / 15 /

 
Imágenes y texto de creación propia
 
El título de esta entrada surgió de un comentario en una cena con profesionales de la educación en el que hablábamos del uso que se hacía de la música en la sociedad. Al visitar la exposición This is not a love song, en el Palau de la Virreina, nos vino de nuevo esta misma premisa (con música todo entra). En concreto, con la obra de Adel Abidin, Three love songs. Una obra audiovisual que se compone de tres videoclips, donde en cada uno de ellos aparece una cantante que responde a un arquetipo occidental, que nos recuerdan a Nancy Sinatra, Julie London y Christina Aguilera. Las tres artistas cantan una canción de apariencia romántica sin conocer el significado de lo que están interpretando, cuyo idioma desconocen. No obstante, bajo la dulce y sentimental melodía se esconde una letra terrorífica que glorifica un régimen totalitario. Una confluencia entre melodía y letra que nos deja entrever como la música penetra en nosotros bajo una dulce canción dejando de lado la comprensión.

 Tres fragmentos de la obra:







 

Para los que quieran saber más:

Adel Abidin

martes, 2 de julio de 2013

EXPOSICIONES / 3 / Ars Combinatoria - La Pedrera

 
Una nube presa en una jaula, unos picos de hierro que recuerdan a la espina de un pescado, un arco de libros que invita a pasar por debajo y adentrarse en su fotografía. Estas son algunas de las muchas imágenes de Chema Madoz que se encuentran actualmente en la exposición Ars Combinatoria en la Fundació Catalunya – La Pedrera. Madoz  convierte sus imágenes en poesía. Una poesía visual que invita al espectador a mantener un diálogo motivado por el juego que propone su obra, en el cual cada individuo es libre de sentir, reflexionar y extraer múltiples interpretaciones según su experiencia. Hasta el 28 de julio, hay tiempo para visitar una serie de fotografías que resumen la trayectoria de Madoz, un importante fotógrafo contemporáneo.

¿Qué os sugieren sus fotografías? En ThinkandInsist hemos pensado que la esencia del trabajo de Chema Madoz se encuentra dentro de sus diferentes lecturas y pretendemos plasmarla proponiendo nuestra propia interpretación sobre dos de sus fotografías.

 
 


Para saber más:

Chema Madoz
Entrevista de poesía digital a Chema Madoz
Exposición Ars Combinatoria